mercredi, février 20, 2008

Un hálito de aseveración


Habrá que añorar la frase exacta, la línea recta, la metáfora acertada, el adjetivo mirífico, el sustantivo menos matizado o tornasolado, el pronombre parco, el complemento de atajo, el sujeto diligente, el verbo descuartizado, el articulo purgante, el punto menos escuálido, el interrogante más imponente y la exclamación pulcra, para que, por ende, y ¡ojalá fuera así! un libro escrito a mano fuera un libro con el se puede pasar la noche navegando entre dualidades de ser y unos rescoldos de una pasión consumida.

6 Comments:

Anonymous Anonyme said...

Quizas aun haya tiempo para ese libro escrito a mano..
Quizas aun no esta todo escrito..

8:10 PM  
Blogger Samardin said...

Souhaitons-le!

9:28 PM  
Anonymous Anonyme said...

"Dice el anciano pero siempre risueño Víctor Schelling en su manual (que bajo un título serio y muy francés esconde el profundo deseo de contarnos sobre los destructores menos violentos) que una vez éste hombre intentó componer el diccionario de toda la humanidad. Viajó durante años, coleccionando los significados de cada ser humano, la memoria y el presente en una conjunción de signos. Pero mientras esto ocurría, y el polaco llenaba sus cuadernos de notas ante las miradas atónitas de los hombres, niños nuevos nacía en Cartagena de Indias, gestando así un nuevo contenido para la idea de hambre, otros morían en Goa, y con ellos el significado de sus perfumes perdidos por la conquista de Queiroz. Pero nada de eso pudo con los planes de Eysenck, dice Schelling. Muy por el contrario; aquella cadena de acciones inexpugnables como son transitar el mundo dotando a las palabras de nuevas definiciones, no hizo más que probar que el lenguaje es tan sólo un hecho pasajero."

11:57 PM  
Blogger Samardin said...

Aquél anciano es realmente sabio...y Mr Shelling por muy que se llamase Víctor, a mi em sembla que no és res que una que conec i que em sembla bé que se torni a voler tendre´m la má que acepto, de fet, amb molt gust.

3:09 PM  
Anonymous Anonyme said...

Ayer recibí "Amina" y quise contarte una historia antes de abrir el libro, un experimento contra el falso silencio de lector, para convencerme de que escribir es el collage de un diálogo, de arterias convenidas entre desconocidos.
Y me parece un misterio fantástico que hayas descubierto a una mujer en las intenciones de un polaco olvidable que emprendió la tarea de redactar la versión provisional del Diccionario de la Humanidad.
Y para afirmar mi propia existencia o desmentir la identidad imaginada, esta noche empiezo a leer tu libro entre títeres de sueño, entre semillas y madrugada, y verano valenciano, entre todo lo que sea contrainsurgencia del tiempo. Gracias por el escenario de esta travesía.

1:40 AM  
Blogger Samardin said...

las gracias te las doy a tí...ya veo que la tarea de nuestro amigo el polaca no ha sido tan vana...como suele ser todo aquello que el hombre limite a su realidad de hombre limitado y no desgarrar sus fatigas y sudores en aquél otro afán de ser más o menos que un hombre...la tarea o el oficio del escribir es un intento fracasado para reformar una realidad ya corrompida, a la que nos oponemos por pura impotencia...Gracis Dulcinea.

12:24 PM  

Enregistrer un commentaire

<< Home